lunes, 28 de febrero de 2011

Promesas pendientes

España cumple 30 años desde el golpe de Estado dirigido por el teniente coronel Antonio Tejero y aún existen datos sobre aquel momento que desconocemos

Arroyomolinos | 28 de febrero de 2011

No es la primera ni la última vez que una promesa electoral se queda en nada. Esto ocurre con mayor facilidad si la promesa hace referencia a un ámbito del que solo un determinado sector se preocupa. Se cumplen 30 años del golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero, y a pesar de los miles de artículos, libros e incluso una película sobre el asunto, aún hay gran parte de la información que la sociedad civil desconoce. No sabemos si la información clasificada habría dado lugar a cambios drásticos en todos esos documentos. ¿Lo sabremos algún día? De momento los acercamientos por parte del Gobierno han sido meras palabras. No parece afectarles que España sea el único país europeo con más de un millón de habitantes que no cuenta con una ley de acceso a la información.

La capacidad de acceso a la información de las administraciones públicas en otros países ha dado lugar, en ocasiones, a la revelación de informaciones un tanto incómodas. Como en México, donde debido a una solicitud de acceso, fue cedida la información sobre la nómina salarial del presidente Vicente Fox. Información problemática o no, es información, y por tanto ha de ser conocida por todos, o al menos eso se determina en la Constitución Española. Pero parece ser que ni este documento consigue ejercer la presión necesaria para que las promesas del Gobierno se hagan realidad de una vez (desde la primera vez en 2004). Es mejor mantener a la sociedad en la ignorancia, para que ésta sea incapaz de opinar y juzgar. Esto parece que está reservado solo para unos pocos privilegiados.


Ángela Pérez Álvarez

lunes, 14 de febrero de 2011

Cambio de vías

La izquierda abertzale presenta un nuevo partido basado en las vías políticas y pretende dejar atrás las acciones violentas de ETA

Arroyomolinos | 14 de febrero de 2011

Dudas y más dudas. Eso es lo que ha provocado de momento Sortu, la nueva formación política de la izquierda abertzale. "Hemos asumido que la violencia política no nos ayuda a conseguir metas", asegura el líder de la nueva formación, Rufi Etxeberria, a un medio de comunicación. Estos días ha querido dejar claro que no tienen miedo a ETA, y que es el momento de avanzar y dejar el pasado atrás. Los que no lo tienen tan claro son el resto de partidos, expectantes ante una situación que no haría sino confirmar el alto el fuego anunciado por la banda terrorista hace unas semanas. Mientras el PSE se muestra esperanzado por la sociedad vasca, el PP anuncia su ruptura absoluta si el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero permite la participación de Sortu en las próximas elecciones.

El PSE, a pesar de mostrar esperanza e ilusión, exige más garantías. Una de las pocas formas que tiene el nuevo partido de presentar sus intenciones son los estatutos, pero no son garantías definitivas. Nadie puede afirmar que éste sea el proceso fulminante de las acciones violentas. El nuevo partido asegura que piensa condenar las posibles futuras acciones de ETA, sin embargo no comenta mucho acerca del pasado, y ese “borrón y cuenta nueva” es una de las cosas que más desconfianza genera en todos.

La única solución al dilema parece ser el transcurso del tiempo, y es que a la sociedad no se le puede pedir más actualmente. La nueva formación ha pasado de las vías más violentas a las nuevas vías políticas, basadas en el diálogo y en los procesos democráticos, al igual que el resto de partidos. “Si no puedes con el enemigo, únete a él”, algo así es lo que han debido de pensar los de la izquierda abertzale.


Ángela Pérez Álvarez

lunes, 7 de febrero de 2011

África pide la palabra

Las revueltas de Túnez o Egipto conducen a la autoevaluación de los países del norte africano

Arroyomolinos | 7 de febrero de 2011

La gente habla sobre África. Los medios estos días dedican gran parte de sus espacios a informar y comentar acerca de lo que se está viviendo en aquellos países que han decidido rebelarse contra la situación opresiva que se les impone. En muchas ocasiones, hacemos mención a África simplemente para ejemplificar una mala situación política, económica y social de un determinado lugar. Los habitantes africanos se han cansado, con razón, de estar en boca del mundo sólo como ejemplo de país mal gestionado.

Todo comenzó con el carro de hortalizas requisado a Mohamed Bouazizi, quien se quemó vivo en señal de protesta en Sidi Bouzid. Y ahora países como Marruecos se plantean si su supuesta democracia es lo máximo a lo que pueden aspirar. Bouazizi no imaginaba que su suicidio no sólo movería a un país entero, sino que haría tambalear los cimientos de todo un territorio de lugares con similar situación. Pero saben que no es fácil, saben que existen intereses desde cualquier lugar al que miren, y por ello, el interés que debe primar es el del pueblo, el de aquellos habitantes que ansían un cambio trascendental. Es momento de que el poder pierda la concentración que lo caracteriza y su división haga vislumbrar, por fin, un porvenir realmente democrático y justo para todas las capas de la sociedad.

Ningún país deja de opinar sobre estos movimientos en África, pues se sabe que estos hechos llenarán las páginas de los libros de historia venideros. Aún no sabemos si lo mostrarán como “el intento de África” o como “la transformación de África”. Irán ve las revueltas egipcias y tunecinas como una “señal del despertar islámico”, pero ahora hay que ver cuán profundo es ese sueño y si de verdad estos países logran vencerlo.

Ángela Pérez Álvarez