miércoles, 26 de enero de 2011

Sin vuelta atrás

La opinión pública puede ser el tribunal de justicia más duro e irreverente

Arroyomolinos | 26 de enero de 2011

La sociedad se encuentra inmersa en el mundo de la información y comunicación constante, un lugar donde todos los acontecimientos relevantes tienen su propia audiencia esperando por ellos. Cualquier tipo de información genera una opinión en su receptor, pues éste se encuentra ante datos que ha de interpretar, y para ello se basa en su propia cultura y educación. De ahí que la opinión pública sea un ente tan peligroso, pues puede hacer que cualquier tipo de dato se convierta en un fenómeno de masas y genere toda una variedad de juicios de valor y opiniones.

La sed de noticias puede hacer que en ocasiones determinadas informaciones salgan a la luz antes de lo que deberían. Quizás no sea éste el caso de Diego Pastrana, acusado erróneamente de la muerte de la hija de su pareja sentimental, pues los médicos llevaron a cabo su diagnóstico y determinaron unas causas, por lo que la información estaba lista para salir a los medios. Pero todos debemos ser conscientes del enorme poder que puede tener la opinión pública para destrozar la vida a una persona. Alguien inocente, que no hizo aquello de lo que se le acusa, y tiene que soportar insultos y maltratos por parte de personas que ni siquiera le conocen personalmente.

Los medios de comunicación son un elemento muy positivo en nuestra sociedad, la información y la cultura siempre son beneficiosas para todos. Pero debemos manejarlos con precaución, pues pueden elevar la esfera privada de una persona a uno de los principales temas de la agenda de los medios, haciendo que cualquier persona pueda opinar como le plazca, y en ocasiones, causar daños irreversibles.

Ángela Pérez Álvarez

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